Cada detalle de la repatriación funeraria se convierte en un acto de amor, que busca preservar la dignidad y el recuerdo de quien partió. El vuelo de regreso, que carga consigo una carga de emociones infinitas, pero también un propósito: llevar a casa a aquel que dejó una huella imborrable en nuestras vidas.
Preparación del cuerpo para el traslado con técnicas de bioseguridad, que cumplan con normas internacionales higiénico-fitosanitarias para el transporte
Traslado del fallecido hasta el aeropuerto internacional más cercano.
Trámites legales ante las autoridades competentes, para la repatriación del cuerpo, según el país.
En caso de no ser repatriado se brindará única y exclusivamente el servicio de cremación.
Trámites legales ante las autoridades competentes, para la repatriación del cuerpo, según el país.
NOTA: En la repatriación, el fallecido será ubicado en un aeropuerto internacional receptivo en Colombia (Cali, Bogotá o Medellín), desde cualquier país del mundo. Deberá tener cobertura con un plan de previsión exequial local. Expatriación, hacia cualquier país del mundo.